La Piedad provocó anoche a su paso por la Ciudad Vieja muestras de devoción en forma de música. La de las notas que arrancó a sus instrumentos la Banda Municipal en la parada que la procesión realizó en la plaza de María Pita. No en vano, la imagen de la virgen doliente es el paso asignado al Ayuntamiento, que tuvo representación en la procesión, como es habitual.
Los miembros de la Banda interpretaron una obra de música sacra ante la talla del siglo XIX en uno de los momentos de mayor emoción del recorrido, en el que el fervor de los fieles se hizo patente en varias ocasiones.
La procesión, organizada por la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro, fue sumando penitentes desde su salida de la iglesia de la Orden Tercera hasta su llegada a María Pita, donde los paseantes se unieron curiosos al grupo que acompañaba a la virgen y los vecinos se asomaban a los balcones para disfrutar de una perspectiva diferente.
La música sonaba también a unos metros de la plaza en el concierto que ofreció la Coral Saúde en la Colegiata dentro de los actos programados en el XXV Encuentro de Música Religiosa Ciudad de A Coruña –organizado por el Orfeón Herculino–. Los numerosos asistentes que llenaban el templo arroparon a los miembros de la coral, que recordaron en su repertorio grandes composiciones de Bach, Hyadn o Rachmaninov.
El Proxecto Vocal Concerto Tempo, de Ferrolterra, pondrá a las ocho de esta tarde el broche de oro al encuentro. Será una hora antes de que el Cristo de Buen Consuelo recorra las calles de la Ciudad Vieja.