El susto que se originó en la empresa Pirotecnia Rocha Ares el pasado jueves ha tenido como reacción inmediata la orden por parte del Ayuntamiento de precintar las instalaciones. Una actuación que se pudo hacer por la falta de licencia de actividad.
La quema anteayer de unos rastrojos entre los que se encontraban restos de material que utiliza la planta provocó una fuerte explosión que hizo vibrar los cristales de las casas ubicadas en un radio de varios cientos de metros, como la sede del Servicio de Emergencias Municipal. En cuanto sus miembros escucharon el intenso ruido se dirigieron directamente a la planta ubicada en el lugar de Mandín. Una vez allí, se toparon con un solo trabajador aterrado por lo ocurrido.
  Aunque todo se quedó en un susto, ayer, el alcalde, Ernesto Anido ordenaba el mencionado precinto ya que la industria de Soñeiro había recibido ya en mayo el aviso de cese de actividad por la falta de permisos.
De este modo, “la orden del alcalde se produce como consecuencia de la desobediencia, por parte de los responsables de esa empresa, de la orden de cese de actividad dictada el pasado 6 de mayo, tras comprobar que las instalaciones carecían de la preceptiva licencia”, subrayan desde el Ayuntamiento.
A ello añaden que con motivo de la explosión, el gobierno local tuvo conocimiento de que en las instalaciones “podían continuar con algún tipo de actividad”. Por ese motivo, el mandatario sadense optó por el “inmediato cese de la actividad pirotécnica en esas instalaciones”.

Al fiscal
En el escrito municipal se advierte a los dueños de la instalación de que, en el caso de incumplir esta orden, el Ayuntamiento podría proceder a la imposición de multas coercitivas.
En el decreto redactado por Anido también se insta a la Policía Local a que proceda al precintado de las instalaciones. Expone el regidor que en el caso de que se produzca una “desobediencia”, el gobierno local procederá a remitir a Fiscalía toda la documentación al respecto. n