Aparatos electrodomésticos, tabaco, artículos de vestir y alimentos y bebidas no alcohólicas son, por este orden, los productos que acaparan un mayor gasto entre los consumidores que compran falsificaciones.
Según los datos facilitados por la Asociación Española de Comercio Textil (Acotex), los usuarios se gastan una media de 204,9 euros en electrodomésticos falsificados, 163,3 euros en tabaco, 108,8 euros en ropa y 105,4 euros en alimentos y bebidas no alcohólicas.
Por detrás se sitúan equipos audiovisuales, fotográficos, ordenadores y accesorios (89,4 euros), telefonía (85 euros), accesorios para el automóvil (74,2 euros), artículos y prendas deportivas (64,7 euros), bebidas alcohólicas (64,4 euros) y perfumería y cosmética (67,7 euros).
En relojería, joyería y bisutería falsificada, el gasto medio es de 59,7 euros; en juguetes, 46,1 euros; en productos de limpieza, 44,5 euros; en marroquinería y complementos, 42,5 euros; y en medicamentos y productos farmacéuticos, 36 euros.
Los principales lugares en los que comprar falsificaciones son mercadillos y rastros (62,6%), top manta (37,2%), comercios (21,6%), internet (21,4%), supermercados (4,2%) y grandes superficies (2%).
Entre los motivos que alegan los usuarios para justificar la compra de artículos falsificados destacan su menor coste (83,6 por ciento), una utilidad similar al original (73,1 por ciento), curiosidad (39,7 por ciento), calidad parecida (35,9 por ciento) o para estar a la moda (34,4 por ciento). n