La CNMV ha llegado a la conclusión de que el banquero Jaime Botín cometió una "infracción muy grave" al ocultar hasta mediados de 2010 una parte de sus acciones en Bankinter y por ello ha decidido proponer al Ministerio de Economía que le imponga una sanción.
Según fuentes conocedoras del procedimiento consultadas por Efe, el organismo se ha reunido hoy para estudiar el caso y ha aprobado un expediente sancionador que puede suponer una multa máxima de 600.000 euros, tal como recoge la ley del Mercado de Valores.
En cualquier caso, el Ministerio de Economía debe decidir el importe de la multa y, si corresponde, la inhabilitación del hermano de Emilio Botín, presidente del Banco Santander, para ejercer cargos directivos.
A ojos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Jaime Botín, principal accionista de Bankinter, cometió una falta "muy grave" al ocultar hasta mediados de 2010 que su participación real en la entidad era de casi el 23 % y no del 16,3 % que tenía declarado ante el supervisor.
El 30 de julio de ese año, el banquero comunicó a ese organismo que, como resultado de la "disolución de una sociedad familiar", había recibido títulos que representaban la diferencia entre ambas cifras.
La comunicación se produjo dos meses después de que las autoridades fiscales de Francia informaran a la Agencia Tributaria sobre una serie de personas con fondos en cuentas del banco suizo HSBC Private Bank Suisse.
Entre estas se encontraban doce miembros de la familia Botín, que no habían presentado las autoliquidaciones del IRPF y del Impuesto sobre el Patrimonio entre 2005 y 2009.
Esta ramificación del "caso HSBC" se originó cuando el extrabajador de ese banco Hervé Falciani entregó documentación confidencial a Francia, que la compartió con los países con los que tiene acuerdos en materia de colaboración fiscal.
Los Botín procedieron a regular su situación fiscal mediante declaraciones complementarias, pero en mayo de 2011 la Fiscalía Anticorrupción presentó una denuncia contra ellos ante la imposibilidad de comprobar si estas eran "completas y veraces" antes de que prescribieran los posibles delitos cometidos en 2005.
Fuentes de la familia Botín explicaron que ya habían pagado a Hacienda unos 200 millones de euros para cumplir con sus obligaciones fiscales cuando la Audiencia Nacional admitió a trámite la denuncia.
Además, indicaron que el patrimonio que tenían entonces depositado en Suiza se remontaba a la huida a ese país en 1936, cuando estalló la Guerra Civil, del padre de Jaime y Emilio Botín, Emilio Botín Sanz de Sautuola y López.
La herencia de éste, según la versión de los Botín, se dividió en tres bloques: uno era común -formado principalmente por el 12 por ciento del capital social de Bankinter y atribuido principalmente a los nietos-, y los otros dos se asignaron a dos sociedades, propiedad de cada uno de sus hijos, Emilio y Jaime.
El 22 de mayo de 2012, la Audiencia Nacional archivó la causa seguida contra los Botín al considerar la regulación fiscal "correcta y anterior a que se hubiera incoado, por parte de los órganos de la Agencia Tributaria, un procedimiento de inspección o de verificación".
Con esta decisión se declaraba a los Botín exentos de responsabilidad penal, sin embargo para la CNMV el banquero cometió una falta "muy grave" al no desvelar al resto del mercado el volumen real de su participación.
Jaime Botín, de 77 años, sigue poseyendo a través de su sociedad Cartival el 23,34 % del capital social de Bankinter, entidad de la que dimitió como presidente ejecutivo el 20 de marzo de 2002.
Dos años después, el 26 de julio de 2004, abandonó la vicepresidencia del Banco Santander y dejó de ser consejero de esta entidad.