No es nueva la demanda del CEIP O Mosteirón. Es más, está a punto de cumplir ya un decenio. El problema viene por tanto de lejos, con distintos gobiernos al frente tanto del Ayuntamiento de Sada como de la Xunta, pero no se soluciona. De hecho, con el paso del tiempo, como es lógico, las instalaciones piden reformas que, con las cantidades recibidas por parte de la administración pública, es prácticamente imposible asumir.
Desde el año 2007, cuando el colegio fue transferido a la Xunta, recuerdan, el propio centro se hace cargo de los gastos de reparación, mantenimiento y suministro, “situación que non se dá en ningún centro público de Galicia” ya que, como explican –una vez más– estos colegios no pagan de su cuenta esa partida de gastos, sino que “págao ou ben o Concello ou ben a Xunta directamente”, dependiendo de la propiedad del mismo.
“Dos 8.000 euros anuais estimados dos que disporía un centro de similares características, Mosteirón só pode facer uso de aproximadamente 600”, señalan desde el Claustro y el Consello Escolar del CEIP.
Una situación que, como explican estos órganos del colegio, impide arreglar otros problemas que van surgiendo, como las goteras en el patio cubierto u otros inconvenientes relativos al mantenimiento que el centro “non pode facer fronte e que poderían poñer en perigo os cativos máis pequenos”.

voluntad municipal
A pesar de que en el centro consideran que existe “boa vontade por parte do Concello” para resolver esta situación, lo cierto es que nueve años después sigue todo igual, de ahí que esperan que “tanto por parte do Concello como pola Consellería de Educación, aclaren e regulen” este problema.
El hecho de que la Xunta –ni directamente ni destinando las partidas anuales necesarias al Ayuntamiento para que este haga frente al mantenimiento– no consigne la partida proporcional al número de estudiantes de O Mosteirón, está haciendo que estos se encuentren “en desvantaxe en recursos materiais fronte ao resto de alumnas e alumnos doutros centros públicos”, señalaron en un comunicado el Claustro y el Consello Escolar de este colegio, reunidos el pasado 19 de enero.

pleno
En el último pleno ordinario del año pasado, el 30 de diciembre, el Gobierno local aprobó “por sensibilidade”, un expediente de competencias impropias que ahora hay que tramitar, como recuerda la concejala de Educación, Raquel Bolaño.
Un expediente que se lleva a cabo debido a la especial situación en la que se encuentra el colegio y que requiere informes tanto municipales como de la Consellería.
En cualquier caso, deberá después volver a pleno y, por ello, Bolaño invita al PP a que esta vez lo vote a favor.