Aunque era un secreto a voces, si es que alguien lo consideraba siquiera como tal, que Ramón Rodríguez Ares sería de nuevo candidato a la alcaldía de Sada en 2015 con el partido del que es presidente y fundador, el PDSP, se trata de una noticia que no deja indiferente a nadie. Ni a sus defensores ni a sus detractores.
Y mucho menos a quien se valiera de su apoyo en junio de 2011 para ser el nuevo alcalde de Sada, Ernesto Anido. El anuncio de Rodríguez Ares le ha traído recuerdos al regidor, unos recuerdos de los que, por otra parte, no quiere oír ni en pintura.
Anido repite una y otra vez que de lo único que se arrepiente de haber cesado a los concejales de Sada Popular es de no haberlo hecho antes. Y, ante la posibilidad de volver a pactar con ellos en una hipotética situación en la que, como en las anteriores elecciones, se necesitaran mutuamente para entrar en el gobierno, el regidor no contesta si sí o si no. Simplemente afirma: “no me sentaré en una mesa ni con Rodríguez Ares ni con Emilio Gómez”.
Si la situación actual está o no agotando su paciencia únicamente lo sabe él, pero sí admite estar asistiendo a unos plenos –los celebrados durante este año– donde considera “inconcebible” que en un municipio como el de Sada el protagonismo sea sistemáticamente “para un señor que se dedica solo a acusar al alcalde y a su familia”. Por este motivo, y porque la cúpula del PDSP constituye una “vuelta al pasado”, Anido es rotundo al decir que “por higiene política, Rodríguez Ares y Gómez no deben estar en el Ayuntamiento”.
El actual mandatario sadense y también oficialmente candidato a la reelección en mayo del próximo año se refirió además a las posibilidades de su partido, el PP, en esos comicios. Asegura que manejan opciones “muy cercanas y reales” de seguir gobernando Sada, aunque sabe que eso, sin acuerdos, es más que complicado, ya que la derecha está ahora absolutamente dividida en la localidad.
Algo que se apresura a seguir destacando cuando vuelve a escena la posibilidad de un nuevo pacto PP-PDSP. “Que tengan claro que no hay vuelta atrás. La decisión de diciembre de 2013 afectará a gobiernos futuros de Sada.” n