El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, felicitó ayer a Rusia por su vacuna anticovid Sputnik V y expresó su confianza en que esta será registrada en la UE.
“He tomado la palabra para felicitar a Rusia por este éxito, es una buena noticia para toda la humanidad”, declaró en Moscú durante una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
El jefe de la diplomacia europea celebró la publicación de los resultados de esta vacuna en la revista médica The Lancet.
“Espero que ahora la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) pueda certificar la eficacia de esta vacuna para su uso también en los países miembros de la UE. Sería una buena noticia, porque como saben nos enfrentamos a una escasez de vacunas y si hay otra fuente de suministro (sería) bienvenido”.
“Felicidades por las capacidades científicas rusas”, añadió.
Por su parte, Lavrov recordó que cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, presentó la vacuna rusa, “la noticia fue recibida de un modo bastante negativo”, con valoraciones que iban del escepticismo hasta acusaciones contra Rusia por “tratar de sacar provecho geopolítico” de la investigación.
“A medida que la vacuna comenzó a aplicarse, la actitud comenzó a cambiar”, constató el ministro de Exteriores ruso.
Lavrov comentó que la víspera sostuvo una conversación telefónica con el subsecretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, quien también felicitó a Rusia por el éxito de la vacuna y acordaron “promover los contactos entre los laboratorios, científicos y productores de ambos países” para estudiar la cooperación futura.
Además, aseguró que varios países europeos ya han expresado su interés en “la compra y producción” del fármaco, y recordó la reciente conversación entre Putin y la canciller alemana, Angela Merkel, en la que se abordó la posibilidad de la cooperación en esta materia.
“El instituto Gamaleya (creador de la vacuna Sputnik V) ya contactó con los productores AstraZeneca para ver la posibilidad de producir una variante combinada, que tenga las partes positivas de ambas”, añadió.
Según el jefe de la diplomacia rusa, “la cooperación en esta rama no solo puede incidir positivamente en nuestras relaciones sino que ya lo hace”.
Contactos con la EMA
La vacuna rusa no ha presentado todavía la solicitud de registro a la EMA, aunque está en contacto con esta agencia.
El desarrollador de la Sputnik V solicitó el 21 de enero “asesoramiento científico” a esa agencia para “facilitar” su programa de desarrollo del fármaco y acercarlo a la legislación comunitaria, en lo que se interpretó como primer paso para buscar respaldo al uso de su vacuna en la UE.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, no cerró la puerta a la Sputnik V, si se trata de una “decisión científica”, y la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, dijo en una entrevista con Efe en Budapest que “todas las vacunas son bienvenidas” para el objetivo de “vacunar a toda la población, a la europea, pero también a toda la población del mundo”.
La noticia se conoce el mismo día en el que la Comisión Europea (CE) puso en marcha un grupo de trabajo para colaborar con las farmacéuticas e identificar los principales cuellos de botella en la producción de las vacunas, prepararse para las nuevas variantes y para el medio plazo, dijo el comisario de Industria, Thierry Breton, tras los retrasos en la distribución de los fármacos las últimas semanas.
“Ahora estamos pasando de una fase de negociación de contratos y discusiones de ejecución a la fase en la que debemos abordar un desafío de producción sin precedentes para nuestro continente”, señaló Breton, a quien la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, le ha encargado dirigir este grupo de trabajo.
“Mi objetivo es eliminar los cuellos de botella en la producción actual. Sabemos el método, tenemos que identificar las capacidades disponibles”, comentó el político francés, quien la pasada semana participó en la reunión que Von der Leyen mantuvo con los consejeros delegados de Pfizer-BioNTEch, Moderna, AstraZeneca, Johnson&Johnson, Curevac y Moderna, las farmacéuticas con las que Bruselas ha firmado contratos de compra anticipada de vacunas, aunque algunas todavía no han sido aprobadas.