La ralentización de los contagios, que han reducido hasta 320 casos la incidencia acumulada, ya se refleja en un descenso de las muertes por coronavirus, según el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que cifró en 1.168 los decesos en los últimos siete días.
El Ministerio de Sanidad notificó 388 fallecimientos en las últimas horas, frente a las 513 del pasado jueves, y reportó también una nueva disminución de la presión en la UCI, que se sitúa en el 35,4% (casi un punto menos que el miércoles), mientras que en planta desciende hasta el 13,5%.
Las comunidades comunicaron a Sanidad 14.515 nuevos positivos, con lo que la cifra total de contagios desde el inicio de la pandemia se eleva a 3.121.687 y la de muertes a 66.704.
Simón destacó el descenso de la incidencia desde hace más de tres semanas, pero destacó que aún es muy elevada y pedido precaución para “no repuntar, sobre todo en periodo de prevalencia de las diferentes variantes que tienen riesgo de ser más contagiosas”.
Siete comunidades están ya por debajo de los 250 casos por cadad 100.000 habitantes en los últimos catorce días.
“En un plazo breve el mapa de alerta en España se va a ir aclarando”, enfatizó Simón, aunque ha alertado del alto nivel de ocupación de las UCI, con cinco comunidades por encima del 40%, así como cinco por encima del 15% en ocupación de camas de planta.
Para Simón son “cifras muy elevadas que no permiten pensar que podemos suavizar las medidas porque si hubiera un repunte de casos, partiríamos de un nivel excesivo para que lo pudiera aguantar el sistema”.
Nuevas medidas
Gracias la bajada de la incidencia del coronavirus, varias autonomías comenzaron a relajar algunas de las medidas que habían adoptado para frenar la tercera ola de la pandemia, como Castilla y León, Aragón o Extremadura, pero en la mayoría de los casos con prudencia para evitar una rápida desescalada que propicie una cuarta ola.
Así, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, aprovechó su comparecencia de ayer en la Comisión de Sanidad del Congreso para volver a pedir a las autonomías que no bajen la guardia porque lo importante es conseguir una incidencia acumulada por debajo de los 50 casos, sin la presión de la Semana Santa.
Siguiendo esa recomendación, Castilla y León va a “extremar la cautela con la desescalada”, según ha advertido la consejera de Sanidad, Verónica Casado, tras anunciar que la Junta deja sin efecto a partir de mañana el cierre perimetral provincial que regía desde el pasado 15 de enero, aunque mantiene el cierre autonómico.
También, el Gobierno de Aragón decidió levantar a partir de hoy los confinamientos perimetrales de Zaragoza capital y Calatayud, aunque se mantienen los de Alcañiz y Teruel, así como los provinciales y el de la comunidad autónoma.
Asimismo, la mejora de los datos de incidencia del Covid-19 en Calatayud llevaron a suavizar las medidas de aforos y horarios el pasado martes, situación a la que ahora se suma Zaragoza, que presenta una tasa de incidencia por debajo de 250 casos a siete días y de 500 a catorce días.
Alivio en la hostelería
Extremadura también suprimirá los cierres perimetrales vigentes en 22 localidades, y aplaza hasta hoy la decisión sobre ampliación de horarios en comercio y hostelería, en función de si se mantiene la incidencia por debajo de 250 casos.
Mientras, la Comunidad de Madrid retrasó desde el miércoles el comienzo del toque de queda de las 22.00 a las 23.00 horas y permite el cierre de la hostelería a esa misma hora en lugar de a las nueve, como ocurría hasta ahora, aunque los bares y restaurantes no podrán admitir nuevos clientes a partir de las diez de la noche.
La región mantiene todavía unas cifras elevadas: la segunda incidencia acumulada más alta de España después de Melilla (456,7 casos por cada 100.000), y es la primera comunidad en presión en las ucis (un 48,3%).
En Andalucía, Málaga capital y otras localidades importantes de la provincia dejarán de estar cerradas perimetralmente desde esta medianoche al descender su incidencia acumulada por debajo de los 500 casos por 100.000 habitantes.
El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, anunció que se flexibilizarán las restricciones a partir del 1 de marzo si continúa la mejoría en la evolución de la pandemia, pero lo hará con cautela.