Unión Coruñesa ha editado unos combativos opúsculos en los que defiende a los damnificados por los efectos del Parque Ofimático, cuyo catastrófico desarrollo ha machacado a unos vecinos convertidos a la fuerza en promotores, cuando sólo son afectados por el desarrollo urbanístico de un plan mal trazado. No han recibido ni un euro por sus expropiaciones, no se les da alternativa de vivienda y se les amenaza con ejecutar sus desahucios, cuando ellos sólo quieren cobrar lo que les corresponde.
Son ya casi 25 años de anomalías en un proceso de larga vida judicial, sin beneficio ni para los ciudadanos, ni para los promotores, ni tan siquiera para el Ayuntamiento. Debe pues el alcalde proponer un nuevo mediador, pero ya y a todos los efectos. Y se pregunta Unión Coruñesa si el alcalde va a dejar en la calle a los afectados o si piensa acogerlos en su casa.
El opúsculo hace una breve historia sobre el Parque Ofimático. Todo da comienzo en 1990, cuando la Xunta quiere un polígono para empresas tecnológicas y oficinas. Pasan los años con acuerdos, compras de terrenos, rechazo del proyecto, nuevo Plan Parcial, demandas de reversión por expropiación encubierta, follones y problemas con la Cotop cuyo conselleiro era Feijóo y “muñidores” los actuales concejales Fernández Prado y la señora Gallego, escritos de la Xunta negando expediente de expropiación, posteriormente aprobación definitiva del proyecto de reparcelación, sentencia del TSXG acordando la reversión de terrenos, recurso contencioso administrativo contra la aprobación del pliego de condiciones que rige el concurso, firma por parte del Ayuntamiento de la adjudicación del mayor proyecto de urbanización de Galicia por 42 millones de euros y, finalmente, acuerdo del Ayuntamiento con Acciona para la paralización de las obras. En fin, la Biblia en verso, pero la Xunta compra a 10.00 pesetas metro (60 euros) y en el proyecto de reparcelación se fijan precios a 352 euros/metro y las últimas ventas se hacen a 650 euros/metros.
La primera cuota que giró el Ayuntamiento no la ha pagado el 60% de la propiedad y otro 30% ya ha dicho que no puede pagar nuevas cuotas. Los eternos afectados piden ayuda a Negreira. Ya veremos.