Navantia Ferrol comenzará en breve la construcción del flotel para Pemex. Un contrato, puesto en duda por los de siempre, por los del non, y que, por fin, ha traído la dicha a la ciudad ferrolana. Supone un millón de horas de trabajo.
El flotel tiene, además, un gran valor simbólico. Es el primer contrato para construcción naval después de siete años de sequía.
Es el primer contrato de construcción civil en quince años para nuestros astilleros. Es un contrato que tiene una paternidad clara: el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Industria, Francisco Conde, que se han dejado la piel para que fuese una realidad, contra toda adversidad, contra todos los agoreros, los catastrofistas y los apocalípticos que han tratado de frustrarlo por todos los medios a su alcance.
Nos dice que el sector naval tiene futuro y que únicamente depende de nosotros. Que Ferrol tiene futuro. Ahora toca seguir exigiendo lo mismo que se demandaba hasta estos momentos. Más carga de trabajo, impulso a las reparaciones con el dique flotante y decir que no a cualquier plan de reconversión.
Pero estos días, digan lo que digan los agoreros, son unas jornadas de dicha para Ferrol.