Navantia Ferrol vivió la semana pasada un hito histórico con el corte de chapa del flotel que el astillero construirá para Pemex, la cuarta petrolera del mundo. Un contrato que supone una inversión superior a los 150 millones, y que representa más de un millón de horas de carga de trabajo. Es la vuelta de Navantia Ferrol a la construcción civil. Es una magnífica noticia para el sector naval y para toda la comarca ferrolana. Es un primer paso en la recuperación de la actividad en el naval, que se complementará con el BAM que aprobó en el Consejo de Ministros. Un contrato para dotar a la Armada Española de un nuevo BAM y que supondrá una inversión de 200 millones procedentes de las arcas del Estado y conllevará otro millón de horas de carga de trabajo para la ría de Ferrol.
Son, sí o sí, buenas noticias para un naval abandonado por los socialistas, que, estoy seguro de que, si siguiesen gobernando en España, habrían abocado a los astilleros públicos a una nueva reconversión. Como siempre han hecho ante las dificultades. Perjudicando siempre a Ferrol, con el beneplácito de algunos representantes sindicales que estuvieron prestos a firmar prejubilaciones para los suyos, aunque fuese a costa de destrucción de empleo.
Hoy el panorama es otro. Empieza a haber carga de trabajo, y hay serias expectativas de nuevos contratos como el anuncio efectuado por Iberdrola, que supondría la reapertura de la antigua Astano y la entrada en el sector de la eólica marina.
Es evidente que la carga de trabajo contratada hasta ahora no es suficiente, pero también es cierto que se camina en la buena dirección. El camino de los astilleros pasa inexorablemente por ahí: concretar carga de trabajo, cerrar nuevos pedidos, hasta recuperar la ocupación de la principal y la auxiliar. Los de las reconversiones son otros, y afortunadamente ya no gobiernan en este país. Lamento que los que han dudado del contrato del flotel de Pemex, los que han tratado de zancadillear el proyecto, hoy no sean valientes y no se disculpen públicamente, porque la realidad es que en Ferrol ya se corta chapa.