ablo Iglesias, navega entre contradicciones. Estas son casi inherentes a la actividad política, aunque no todos las saben sortear con la misma habilidad. Iglesias, la tiene. Además, y esto es, quizás, lo más importante es que no miente. Su estrategia es obvia y no la oculta.
El fue el gran muñidor de la mayoría que desalojó a Rajoy y ahora, cara al debate de Presupuestos, esta muñiendo la mayoría necesaria para sacarlos adelante. Nunca ha ocultado que lo lógico y deseable, desde su punto de vista, es reforzar la mayoría de investidura.Trabaja por y para ello. Prueba obvia de esto se vio el miércoles, cuando en una operación perfectamente diseñada, Otegui avanzaba su posición favorable a apoyar los Presupuestos. Un par de horas después el vicepresidente se felicitaba por ello y aseguraba algo bien cierto: la política es también lo que no se ve. Y lo que no hemos visto ni conocido son las negociaciones con Bildu. Hay que dar por seguro que no sólo se ha hablado de números. Lo que no sabemos es todo lo demás. Y no sabemos algo importante: no sabemos cómo va a digerir el PNV las caricias socialistas a la izquierda abertzale que a día de hoy continúa sin realizar una declaración solemne e inequívoca de condena del terrorismo.
Esto nunca ha supuesto un problema ni una contradicción para Iglesias; de ahí que cuando apuesta por reforzar y mantener la mayoría de la investidura no esté mintiendo. Es su objetivo y para ello no tiene empacho alguno en vetar a Ciudadano. Iglesias no miente. No tiene hemeroteca, en lo que a la mayoría de investidura se refiere, que le contradiga. Siempre se le entendió todo y se le sigue entendiendo.
No ocurre lo mismo con el Presidente del Gobierno. La hemeroteca, en este punto de los pactos, es letal para Sánchez, que guarda un silencio estruendoso, tan estruendoso que a Iglesias se le ve cada día más “suelto”. Estuvo suelto en Bolivia firmando un acuerdo unilateral en un viaje de Estado sin que nadie le chiste y ahora teje la mayoría para los Presupuestos acordando con Bildu, con ese partido que el hoy Presidente dijo que nunca pactaría.
Muchos socialistas están al borde de la náusea, pero vomitan en silencio y mientras los socialistas callen y el Presidente deje hacer, Iglesias continuará demostrándonos que él no miente: no hay más mayoría que la de la investidura. Si Pedro calla, Pablo, teje y mucho, muchísimos ciudadanos se preguntan dónde está el PSOE. Encontrar a Willy es, posiblemente, más fácil.