¡ARREA, MANCO!

Vaya narices que tiene el juez instructor del caso Nóos, José Castro. Nada menos que ha dicho, sin cortarse un pelo, lo que sigue: “Es hiriente que la infanta no sume más delitos”. Y se quedó tan fresco. Pero no le llegó el aserto anterior y terminó comprendiendo que la mujer de Diego Torres –el otro “bendito” de la gran estafa– “crea (sic) haber recibido un trato desigual”. Con estas declaraciones y otras de similar jaez, el juez acaba de entrar de nuevo en el panorama judicial como lo haría un elefante en una cacharrería. Y para ponerle guinda al postre, el juez va y dice que no imputa más delitos a Cristina porque se lo impidió la Audiencia. Pero, ¿en qué país estamos?, ¿quién vela de verdad en España por la Justicia?, ¿dónde está la independencia judicial? Ubinan Gentium sumus? Libérrimamente traducido, ¿en qué parte del mundo estamos?
El juez Castro en su último auto judicial rechaza los recursos contra el auto de pase a procedimiento abreviado (previo a la apertura de juicio) de Torres y su esposa, así como el del expresidente balear Jaume Matas y de Gonzalo Bernal, exalto cargo del Illes Port, el instituto balear que contrató con Nóos. En dicho auto, el juez no deja títere con cabeza: se refiere de forma explícita a la comparación entre Ana María Teijeiro –insisto: mujer de Torres– y la infanta Cristina, señalando que si ésta última está imputada por más delitos es por (y aquí, comilla) “el obligado respeto a lo definitivamente decidido por la Audiencia de Palma”: Recordemos: La infanta está imputada por delito fiscal y blanqueo de capitales por el auto de pase a procedimiento abreviado, que cierra la investigación y expone el listado de acusados a los que se quiere sentar en banquillo.  Pero aquí entra en escena el guapo de la película: el fiscal Horrach ha vuelto a oponerse a esa imputación, recurriendo ante la Audiencia de Palma. Pero el juez Castro no ceja y recuerda que “sería un grave error de bulto el pretender alcanzar la exculpación de una de ellas por el solo hecho de que la otra pudiera tener más difícil conseguirlo”.
Desde luego, hay que leer entre líneas, pero queda claro que Castro no está dispuesto a pasarle a la infanta ni la mínima y también queda claro que Cristina no enviará a Castro una cesta de Navidad por dicha fiesta.

¡ARREA, MANCO!

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