Desde hace un año AGE viene llamando a la insurrección social. Con bastante poco éxito, por cierto. Su estrategia política se basa en el exabrupto, en la falta de respeto permanente y en la crispación política y social. Ni una sola propuesta.
Su discurso político presenta grandes contradicciones, llamando a lo que autodenominan como “creba democrática”, que únicamente pretende atacar a la esencia de la democracia, en un ejercicio de cinismo político que nos retrotrae a tiempos pasados. Solo pretenden desacreditar la política y su ejercicio honesto.
Lo suyo es la frase hecha y el teatrillo parlamentario. El puñetazo en el escaño y el insulto permanente. Ganar al margen de las urnas, la ventaja electoral que los ciudadanos no han querido darles en las elecciones. Faltando al respeto al gobierno democrático de Galicia, resultado de una amplia mayoría absoluta alcanzada en las autonómicas.
Esa es toda su insurrección. Afortunadamente la mayoría de los gallegos son más demócratas que todo eso, y creemos en nuestras instituciones, en la justicia, y en las normas democráticas que nos hemos dado.