Hoy, con el día sin coches, termina la semana de la movilidad, a la que el Ayuntamiento de A Coruña, junto con centenares de ayuntamientos españoles, se ha adherido. Finalizan los eventos programados, las presentaciones, las actividades de divulgación, pero la semana de la movilidad no termina, porque todas las semanas, indefectiblemente, tendrán a la movilidad como una de sus claves. En todos los entornos urbanos y periurbanos del planeta, en todas las conurbaciones, como la nuestra, la gestión de la necesidad y del derecho a trasladarse entre diversos puntos ha constituido siempre un reto. Pero, en la actualidad, más allá del cálculo de necesidades y limitaciones de las infraestructuras y los servicios de transporte, que sigue siendo una dificultad que es preciso afrontar, las soluciones a los requerimientos de la movilidad van mucho más allá. Ya no es posible diseñar planes de movilidad que no vayan acompañados de la exigencia de la sostenibilidad ambiental porque la manera en que satisfacemos nuestras necesidades de movilidad tiene repercusiones que la trascienden y que soporta nuestro entorno inmediato y el conjunto del planeta.
Desde que se constituyó el nuevo Gobierno municipal, los objetivos de desarrollo sostenible que conforman la Agenda 2030 y su concreción en la Agenda Urbana Española vertebran las políticas públicas del Ayuntamiento de A Coruña y la transversalidad es la única forma de hacer realidad las metas que nos hemos marcado como sociedad consciente y responsable.
Porque las políticas de movilidad inciden en la reorganización de las redes de transporte, el impacto sobre la atmósfera y el consumo de recursos, el desplazamiento de las personas, la ocupación del espacio público y las actividades que en él se realizan. Una movilidad mal resuelta puede convertir el entorno urbano en un medio hostil, tanto como una movilidad responsable y sostenible puede elevar la calidad de la vida urbana de la que todos, personas usuarias de medios de transporte o no, se benefician.
Durante la semana que termina, y entre otras actividades, los Cantones han concentrado una instalación en la que diversos agentes implicados en la gestión de la movilidad han mostrado algunos ejemplos de cómo articular en el entorno urbano formas de movilidad eficaces y responsables. La instalación convirtió un espacio normalmente ocupado por el tráfico en una zona ganada para el disfrute ciudadano. Las carpas en el asfalto simbolizan esa ganancia de zonas de convivencia no motorizada, menos coches, más personas, mayor calidad del aire. Se creó un espacio, una suerte de plaza interna en la instalación, que simboliza el encuentro entre las personas, las plazas dan forma a la convivencia ciudadana, propician el intercambio, la relación, la comunicación.
Se han mostrado además diferentes soluciones para las necesidades de movilidad satisfechas de forma ambientalmente responsable: el autobús como forma de transporte público colectivo urbano de A Coruña, las formas de transporte privado de emisiones cero, desde las bicicletas que gestiona la empresa municipal Emvsa a los vehículos que ofrecen alternativas a las energías más contaminantes y no renovables, como los propulsados por electricidad o el gas licuado; en definitiva, la transición energética en el ámbito del transporte. Formas de movilidad que deben tener preferencia en el diseño urbano, a través del carril bus o del carril bici.
Se recuperó también una fotografía aérea de A Coruña, en la que se destacaron las estaciones de BiciCoruña y los tramos de carril bici, una perspectiva aérea que sirvió para recordar que la ciudad es para las personas, que la viven, la pasean, la recorren y la disfrutan, la hacen suya. El trabajo de la Policía Local, que va mucho más allá de su potestad sancionadora, es esencial para el éxito del diseño de la nueva movilidad y para dar respuesta a la multitud de contingencias que semanalmente se producen en A Coruña; que no lo percibamos es precisamente la prueba de su eficacia en la gestión.
La promoción de la semana ha destacado cómo algunas palabras que asociamos a la movilidad no sostenible, como “atasco”, “repostar”, “aparcar”, pueden transformar su significado en un nuevo marco conceptual, en el que esos términos aparecen asociados a formas, ya no de uso, sino de verdadero disfrute de un espacio urbano de calidad, que mejora nuestra calidad de vida y que además, al sustituir formas contaminantes por formas sostenibles de movilidad, constituye nuestra aportación responsable en la lucha global contra el cambio climático.
Los eventos relacionados con la semana de la movilidad finalizan hoy. La transición hacia una movilidad diversa, eficiente, responsable social y ambientalmente, ya ha empezado y va a continuar a buen ritmo. Nos movemos, con el impulso del Gobierno municipal y con la participación del conjunto de la ciudadanía, porque no podremos avanzar sino con su implicación y porque transformar la movilidad requiere que todos cambiemos algunos hábitos, a veces muy arraigados, para mejorar. Mañana empieza una nueva semana, nos seguiremos moviendo, lo haremos mejor por una ciudad mejor. Que la disfruten.