El Parlamento gallego -con los votos del PP y PSdeG- rechazó la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) -en eso anda el Ministerio para la Transición Ecológica-, que los ganaderos califican de agresión al sector. Por su parte, el BNG no se unió a ese rechazo (“este debate alimenta el alarmismo y la lobofobia, dicen”) y se alineó con el proyecto del Gobierno central. Cosas veredes!.

La decisión del Ministerio indigna a los ganaderos que ven como el cánido ataca impunemente sus cabañas -ovejas, cabras, caballos, potros, terneros y vacas-, merma sus economías y no quieren que sus haciendas paguen esa protección. Pero complace a políticos y asociaciones varias, que defienden la protección total del lobo, aunque dicen que su amparo debe ser compatible con la ganadería extensiva y las actividades agrícolas. Unas 450 personas del mundo científico, universitario y de ONG publicaron un manifiesto en esa línea.

El tema es complejo. La primera impresión es que el Ministerio y los defensores del lobo lo hacen desde despachos confortables. Eso piensan los ganaderos la Serra do Xistral y afirman que “os mandatarios deberían baixar ó terreo antes de lexislar e vetar a caza do lobo baixo calquera circunstancia”.

Piensa lo mismo Xabier Paz, un joven ganadero de Goiriz (Vilalba) que reclama medidas que compatibilicen “a conservación da especie e a actividade no agro” en un artículo publicado en un periódico gallego que deberían leer la ministra y los defensores del cánido. “No campo podemos convivir lobos e gandeiros, pero os xestores da administración elaboran leis sen saír dos seus despachos... Non se trata de erradicar o lobo, pero tampouco se pode deixar desprotexidos ós gandeiros. Todos podemos convivir, lobo, xabaril, eguas, vacas, gandeiros... Pensemos e debatamos. Escoitémonos”.

El colega Lois Celeiro mostró su “indignación sosegada” en estas páginas ante lo que parece una agresión al mundo agrario. “O Ministerio e os representantes de Cataluña, Aragón, A Rioxa, Estremadura, Castela-A Mancha, Canarias, Baleares e Melilla, comunidades que nunca viron ó lobo, salváronlle a vida para que poida vivir en paz, comer e matar canto poida e onde poida. Pobres ovellas e rabaños! Pobre vaca marela! Pobres labradores atacados polos feros animais coidados pola legalidade da norma!”.

Xabier Paz termina el relato con una invitación: “señores da Administración poñan unhas botas e veñan ao campo. Falen coa xente, escoiten, achéguense ao que está pasando de verdade”.

Si el Ministerio no ve lo que “está pasando” en el rural con esta protección al lobo, la especie en vías de extinción son los ganaderos.