El Deportivo afinó la puntería en el entrenamiento de ayer en la Ciudad Deportiva de Abegondo de cara a la vital cita del próximo domingo con el Pontevedra en el Estadio Abanca-Riazor (19 horas).
El entrenador del conjunto coruñés, Rubén de la Barrera, pudo contar con toda la plantilla, aunque está a la espera de que el delantero venezolano Miku Fedor reciba el alta médica a tiempo para la antepenúltima jornada de la primera fase de Segunda B.
Miku se entrenó con normalidad, al igual que el central Derik Osede. El venezolano causó baja en los dos últimos encuentros del Deportivo al haber sufrido una sobrecarga muscular en el calentamiento del encuentro con el Guijuelo en Riazor (1-0).
En la sesión de trabajo, el cuerpo técnico incidió en acciones ofensivas y calibró la puntería de los jugadores.
El Deportivo es de los equipos que menos goles ha anotado esta temporada en la categoría de bronce, solo ocho en quince encuentros, uno de ellos con su actual preparador, el de José Alonso Lara ante el equipo chacinero en la anterior cita del conjunto blanquiazul en Riazor.
Solo un equipo empeora a estas alturas de la temporada los números ofensivos de la entidad deportivista en la categoría de bronce.
Es la Peña Deportiva en el Grupo 3B en quince partidos (7 goles). En el 4A, el Marino ha anotado los mismos tantos que el conjunto herculino (8).
Mejorar los números en ataque es una necesidad para el Deportivo.
Ayer, en una parte del entrenamiento en Abegondo, Miku y Borja Galán alternaron la punta en uno de los equipos, mientras que en el ensayo con el otro grupo de jugadores el referente en ataque fue el canterano Adri Castro, que en los últimos encuentros regresó a la dinámica del filial deportivista tras haberse estrenado con el primer plantel.
Encontrar automatismos ofensivos, aumentar las llegadas al área rival e incrementar el porcentaje de acierto son las tareas pendientes de un Deportivo que se aferra a sus escasas opciones de luchar por el ascenso y que pasan por ganar al Pontevedra.