Los organizadores de la protesta, muchos de ellos del sector del transporte, cortaron Linares Rivas de forma imprevista. Acompañados del constante sonido de bocinas y tracas, exigían garantias de que la pastera Ence, en Pontevedra, no cerrara. Recuerdan que están en juego 5.000 puestos de trabajo. Cerca de 100 personas protagonizaron la sentada en la que exigieron ver al delegado del Gobierno.