Muchos recordarán la frase que hicieron famosa los hermanos Marx en una divertida película y que viene como hecha a la medida al terremoto político que vivimos y que aún hay mucho que ver….
Mucho se ha dicho y escrito sobre el “caso Murcia” –principio del tsunami– pero la medalla de oro se la lleva Ayuso, disfrazada de Juana de Arco y convertida a la vez en una “antisistema”.
Se rompe la derecha de Colón y se tira al monte el PP que pone ahora todos los huevos (es un decir) en su nueva lideresa. Por cierto: hay que recordar que Ayuso no ganó las elecciones sino que, arropada por otra sección de la derecha, consiguió el cargo. Las cosas claras y el barullo para quien quiere comprarlo.
Entre los ríos de tinta gastados desde la ”Brunete” mediática, llegaron hasta aquí afirmaciones producto de la histeria: pues en Galicia ni Vox ni Ciudadanos pueden “ajuntarse” para urdir una maniobra parecida. No están y por lo visto ni se les espera. Otra de las lecturas que se hacen desde Madrid es que la “jugada” de Ciudadanos tiene mucho que ver con un aviso a Unidas Podemos que podía firmar el PSOE. Más madera pues, aún quedan astillas.
Vamos de oca a oca pues unas declaraciones de racismo sacuden a la corona. Pero tranquilos, tranquilos, pues se trata de la realeza británica. Y en Alemania, un caso de comisiones golpea a la derecha alemana pues dos de sus diputados se beneficiaron de la venta de mascarillas.
Y hablando de trampas y beneficios: Bárcenas hace historia de la caja B del PP contándonos que nació para pagar sobresueldos en negro a personajes del PP. Es, dijo, un invento e Álvarez Cascos por aquel entonces ministro y general-secretario de los populares según título que corría por los pasillos de Génova. Ese dinero venía de donaciones de empresas que así (sic.) abonar el terreno y para que cuando pidan algo se les dé. Una explicación que cuadra perfectamente pues “el altruismo no existe”. Bárcenas, que en su declaración en sede judicial fue demoledor, vio ratificada buena parte de sus explicaciones por uno de sus colaboradores en las oficinas de Génova con lo que parece claro que los líderes del PP conocían la caja B. Y con todo este follón no hay más remedio que repetir la frase de Groücho y sus hermanos: ¡más madera, que esto está que arde!