Los coruñeses que este martes se acercaron hasta las carpas instaladas en la explanada del Palacio de los Deportes de Riazor atendiendo a la convocatoria del Servicio Galego de Saúde, que continúa con el segundo cribado poblacional que se realiza en la ciudad, se encontraron con unas colas que no esperaban y que, en muchos casos, les obligó a dedicar más tiempo del previsto inicialmente para retirar los tubos o entregar las muestras de saliva para detectar posibles casos de Covid-19. Una situación que causó malestar entre los convocados, que no dudaron en quejarse ante el personal que se encarga de entregar y recoger las muestra en la explanada de Riazor,
Una vez se complete el proceso, unas 153.000 coruñeses de entre 18 y 60 años habrán sido citados por Sanidade continuando así “una intensa actividad de búsqueda de positivos de Covid-19”.
En el dispositivo intervienen, además de los servicios sanitarios encargados de las pruebas, Policía Local y Protección Civil de A Coruña, que colaboran en las tareas de organización para conseguir que el proceso transcurra con normalidad, indicaron desde María Pita. En este sentido, hacen un llamamiento a la población para que acuda a hacerse el test de saliva porque “redundará en un mayor seguimiento de la epidemia que aún no tenemos controlada” y “debemos hacer un esfuerzo para que los datos mejoren aún más”, indicó la alcaldesa, Inés Rey. La mandataria también expresó a la coordinadora de esta actuación “la máxima colaboración del Ayuntamiento de A Coruña en todo lo que precisen en cuanto a logística, operatividad o en materia de seguridad”, expuso entonces Rey.
Dentro del Palacio de los Deportes de Riazor, la institución municipal habilitó varios espacios, como un almacén, un comedor o un despacho, para uso exclusivo del personal del Sergas.