El Deportivo ya tiene día y hora para el inicio de la segunda fase de Segunda División B, en la que luchará por una plaza en la Primera Federación después de no haberse podido meter en el grupo de equipos que peleará por el ascenso al fútbol profesional.
El equipo herculino, que habría iniciado en el furgón de cola la batalla por regresar al fútbol profesional de haber finalizado el subgrupo 1A entre los tres primeros, afronta con ventaja en la clasificación el segundo tramo del curso.
En él, cuentan los puntos sumados en los primeros 18 partidos de la temporada y solo se enfrentará el Deportivo a equipos del subgrupo 1B que acabaron entre el cuarto y el sexto puesto.
Junto a los deportivistas, se clasificaron en su subgrupo el Racing de Ferrol, al que le saca dos puntos, y el Compostela, al que aventaja en cuatro unidades. De la otra parte del grupo 1, han accedido a esta pelea por la Primera Federación el Numancia de Soria y el Langreo con 25 puntos, los mismos que el Compos, y con 22 unidades, el Marino de Luanco.
El cuadro asturiano será el primero de sus rivales en la segunda parte de la temporada. De los seis equipos, dos se quedarán en la Primera Federación y el resto pasarán a integrar la Segunda Federación, que será la cuarta categoría del fútbol nacional.
Si el Deportivo hubiera acabado entre los tres primeros de su subgrupo, ya tendría plaza asegurada en Primera Federación y buscaría a partir de ahora el ascenso a Segunda División.
El partido ante el Marino de Luanco se celebrará el domingo a las 19 horas en el Abanca-Riazor y cerrará la primera jornada, en la que el Racing recibe al Langreo y el Compostela, al Numancia.
Los deportivistas acudirán a Langreo en la segunda jornada, jugarán con el Numancia en Riazor la tercera, visitarán Luanco en la cuarta, se medirán al Langreo en casa en la quinta y cerrarán la segunda fase y la temporada ante el Numancia en el campo de Los Pajaritos.
El Deportivo parte con más de un partido de ventaja por la puntuación obtenida en la primera fase de la temporada, una renta que debe consolidar para lograr la permanencia en la categoría de bronce y evitar bajar un peldaño (Segunda RFEF) esta campaña, lo que supondría otro duro batacazo en un curso en el que ya ha fracasado.