Aunque en su momento Fernando Simón le restó importancia a la llamada cepa británica del coronavirus, la realidad es que, además de ser más rápido su contagio, está resultando particularmente dura para algunos infectados. Solo así se puede entender la situación que se está produciendo en Galicia, donde a pesar de que bajen los contagios y los casos activos sigue creciendo la presión hospitalaria, tras el ingreso de otros cuatro pacientes en la UCI. La Semana Santa ya ha finalizado, y las cifras de positivos no se han disparado. Sin embargo, para saber el efecto real que han tenido estos días festivos en la progresión de la pandemia todavía habrá que esperar unas dos semanas. Es lo que señalan los epidemiólogos, ya que es el tiempo que puede tardar en hacerse patente una infección. Solo falta que, en caso de producirse, esta nueva ola de la enfermedad que tantos anuncian no termine por dar al traste con la vacunación masiva que comienza esta misma semana en toda Galicia.