Están dispuestos a acudir donde sea necesario y, para empezar, se “plantaron” de la sucursal para mostrar su rechazo a la decisión del Banco Santander de cerrar su oficina en Guísamo. En la concentración, además de numerosos vecinos, estuvieron también empresarios y comerciantes, y representantes del Ayuntamiento de Bergondo, que solicitó al Santander “que reconsidere a súa postura e que manteña o servizo xa que, do contrario, ocasionarase un grave perxuicio a moitas familias que se terán que ver obrigadas a desprazarse ou depender de alguén para realizar xestións”, señalaron desde el Gobierno de Alejandra Pérez Máquez.
La corporación municipal también se mostró en contra del cierre, pues “forzará a facer máis desprazamentos á veciñanza ou a facerse dependentes de outras persoas para facelo de xeito dixital, se dispoñen dese recurso”, explicó, por parte del BNG, el edil David Carro Temprano.
Para los responsables municipales, las consecuencias de los nuevoz procesos de con novos procesos en curso, como el ERE no Banco Santander, implican “destrución de emprego, redución do número de oficinas -polas duplicidades- e marxinación, sobre todo do rural, e dificultades de acceso ao crédito para as pequenas e medianas empresas como está sucedendo no noso concello”, se indicó en la última sesión plenaria de Bergondo.
Desde el BNG advirtieron también del cierre de una oficina del Banco Santander en Betanzos, que ya está cerrada “provisionalmente” como consecuencia de la cisis del coronavirus, pero que está incluida dentro del ERE. Los nacionalistas anunciaron que trasladarán a la situación al pleno del Ayuntamiento de Betanzos.
Además, en la comarca se cerraron las de Oza y Cesuras, “sendo subsituídas por axentes e complicando moito acceso aos servizos da veciñanza”.