Pablo Iglesias anuncia sin anunciarlo que no se presentará a la reelección como secretario general de Podemos. Para alguien que ha tocado techo en la política nacional y a partir de ahora solo puede ir a peor tiene bastante sentido. Él habla de renovación, por supuesto; y recordamos que hace un año ya apuntó a que el próximo líder podría ser una mujer. Aunque igual él no pensaba en una que ni siquiera está inscrita en su formación. En cualquier caso, de lo que se trata ahora es de hacer hincapié en que no se aferra al cargo. Ni a este ni a ninguno. Claro que es más fácil despedirse de un puesto, el de vicepresidente, por ejemplo, con una indemnización de 5.300 euros mensuales.