Se veía venir. La posibilidad de comprar la vacuna rusa se iba a convertir en una opción muy viable tarde o temprano. Y que se haya sabido que la presidenta de la Comunidad de Madrid fue la primera en establecer contacto para adquirirla le ha tenido que saber a cuerno quemado a Pedro Sánchez, que no parece, precisamente, su mayor fan. Así que ahora que el Gobierno está abierto a apostar por la Sputnik al presidente solo le queda tratar de quitarle mérito a Ayuso diciendo que la compra solamente se hará en una actuación unida de los miembros de la UE: “Somos mucho más fuertes siendo 400 millones de personas que siendo ‘x’ millones en una comunidad autónoma”. Qué sutil. Y ya puestos, no era cuestión de desaprovechar la oportunidad de insinuar que la gestión madrileña no es, ni mucho menos, ejemplar. Algo así como que lo de la vacuna ha estado bien, pero el resto es un desastre. Vamos, que Pedro ha dicho poco más o menos que Ayuso oculta datos de contagios. No vaya a ser que le gane una batalla.