La mitad de los jueces de España ha decidido ir a por todas en este pulso que mantiene con el Gobierno a cuenta de la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Alerta a la Comisión Europea del riesgo de violación del Estado de Derecho que suponen las reformas judiciales que propone el Ejecutivo. La más llamativa, sin duda, es que los doce vocales del CGPJ no sean nombrados por sus propios compañeros, sino que esa elección la hagan los políticos. Es contrario a las recomendaciones europeas, dicen los jueces. Y al sentido común. Y a la mínima imparcialidad. Parece que deja un poco arrinconado aquello de la separación de poderes y de respeto a la independencia judicial que nos explicaron que está en la base de una democracia. A lo mejor Europa se lo tiene que recordar a nuestros dirigentes, que lo mismo se han despistado un poco con el ansia de poder.