El proyecto CovidBens que rastrea el coroanvirus en las aguas residuales de A Coruña y parte del agua metropolitana, ofrecerá los resultados de la secuenciación de las diferentes variantes del virus que se detecten, además de dar también el porcentaje de cada una de ellas sobre el total de la carga viral.
Este proyecto cumple un año de su puesta en marcha y, además de mostrar las curvas de evolución del covid-19, de estimar el número de personas infectadas y de ejercer como alerta temprana de posibles brotes o aumentos de incidencia, dará ahora más pasos para controlar la pandemia en la comarca.
CovidBens es un proyecto pionero en España realizado por la EDAR de Bens, que se está viendo replicado en los últimos meses en otras localidades, como Madrid. El programa ofrece datos globales de la comarca, así como desagregados para A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros.
Aniversario
Con motivo de este primer aniversario del plan, la presidenta de la EDAR y alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, subrayaba ayer la importancia y utilidad “dun proxecto pioneiro, realizado por unha empresa pública en colaboración coa Universidade da Coruña e outros organismos científicos, tamén públicos”.
La regidora herculina alababa también el proyecto apuntando al mismo como un “elemento clave” en la toma de decisiones de las autoridades sanitarias durante la pandemia. Además, los datos se ofrecen a la ciudadanía a través de la página web de la EDAR “practicamente en tempo real e coa máxima
transparencia”.
Las aguas residuales muestran un repunte del virus en el área
Precisamente, los informes que publica la EDAR de Bens en su web relativos al proyecto CovidBens muestra un aumento de la carga viral en las aguas residuales de la comarca, pese a que la tendencia general de las últimas semanas fue la reducción de los casos activos. A falta de un análisis pormenorizado, esto puede significar que los contagios repunten durante los próximos días.
CovidBens calcula, de manera aproximada, el número de portadores del virus en el área analizada gracias a un modelo matemático, a partir de la cantidad de material genético del virus presente en las aguas residuales. Uno de los beneficios es que la detección de posibles personas contagiadas dejan entrever una cifra real, que incluye también a las personas asintomáticas, alertando así de posibles brotes con hasta 18 días de antelación.
El equipo que desempeña el trabajo de este proyecto está compuesto por un equipo multidisciplinar de microbiólogos, ingenieros informáticos, químicos, estadísticos e ingenieros de caminos de instituciones como el Chuac, el Inibic, el Citic, la UDC o la propia EDAR.