Por extraño que resulte, hay un asunto que es capaz de conseguir la unanimidad de los partidos gallegos. El intento del PSOE para que los ciudadanos tengamos que pagar por utilizar las autovías, como si fueran autovías de peaje, ha cosechado el rechazo más absoluto de todas las fuerzas. Tiene narices que ahora pretendan que tengamos que pagar dos veces por lo mismo. Ya pagamos, con nuestro impuesto, la construcción de estas vías y, ahora, que tengamos que hacer frente a un peaje en las autovías y al más caro del país en la autopista. Si no fuera en serio sería como para no parar de reír.