La moción de censura de Murcia había dejado herida de muerte la relación entre el Partido Popular y Ciudadanos, pero nada como un enemigo común para reconducirla. Al menos, mientras a los dos les interese. La causa que los ha (re)unido es la de la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Inés Arrimadas ha llamado a Pablo Casado, como en los buenos tiempos, para aliarse frente a las pretensiones de la izquierda. La líder naranja propone una mesa a tres y el del PP le pide que apoye su tesis de la separación de poderes. Lo que el CGPJ ha unido que no lo separe la política.