El Ayuntamiento dio a conocer ayer el informe técnico que aconsejó la tala de todos los arces de la plaza del Padre Rubinos, a raíz de lo cual se ha despertado una fuerte indignación vecinal. Una plataforma de vecinos de Os Mallos, integrada por más de cien personas, exige al Gobierno local explicaciones por la pérdida de lo que consideran su “patrimonio natural”. La alcaldesa, Inés Rey insiste en que los árboles ya estaban deteriorados en 2016, fecha en la que se realizó ese informe.
En él se puede leer que “los ejemplares han soportado un estricto régimen de podas hasta la fecha que ha desembocado en el desarrollo de pudriciones en puntos clave de la estructura”. El técnico, Pedro Calaza, alerta de que existe “un riesgo mecánico latente dentro del área de influencia motivada por la posible caída impredecible de los brazos principales” de los árboles”. Es más: ya se habían constatado varias roturas y desgajes de algunas ramas en algunos ejemplares.
El texto señala que, su valor estético estaba comprometido por “el desarrollo generalizado de pudriciones”. El informe concluye recomendando “la retirada de la totalidad del arbolado afectado por rebasar el rango razonable de amortización funcional del mismo y su sustitución por ejemplares de nueva plantación”.
Explicaciones
La alcaldesa insiste en que ella no tiene ninguna reserva a la hora de dar tantas explicaciones a los vecinos como estos crean convenientes, pero considera que si las podas se hubieran llevado a cabo como es debido en su momento, el Ayuntamiento no se habría visto obligado a cortar los arces.
La plataforma había anunciado esta semana su intención de recoger firmas para pedir explicaciones, no solo sobre la tala, sino sobre la reforma de la plaza, que estará lista en cuatro meses. Los vecinos, aunque no están en contra de la reforma, se quejan de que no hayan contado con ellos y se quejan de que no se haya contemplado otros factores, como la anidación de los pájaros.