El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo ha asegurado este viernes que “no entiende” la polémica que se ha generado en torno al plus de presencialidad en Atención Primaria y ha incidido en que, desde el punto de vista económico, no supone “cantidades inmensas” sino que tiene “un valor de 10 euros al mes”.

“El cumplimiento de la presencialidad tiene un valor de diez euros al mes. No creo que ningún facultativo en Galicia tenga una merma de sus retribuciones o que tenga un incremento en base al cumplimiento de ese parámetro”, dijo el presidente, quien insistió en que “no entiende” determinados “cosas” que leyó o escuchó cuando lo que se busca, remarcó, es caminar hacia un incremento de la presencialidad demandado.

Lo manifestó en la misma jornada en que el Consello Galego de Colexios Médicos reprochó a la Consellería de Sanidade haya incluido este año como objetivos el incentivar la reducción de demora en las consultas de Atención Primaria y el porcentaje de consultas presenciales atendidas en un periodo temporal, al tiempo que subrayaron que los profesionales “no establecen la cuantía diaria en sus agendas de citas”.

A través de un comunicado, las entidades colegiales gallegas, que no aluden a la perspectiva económica, explicaron que se “ven en la necesidad de realizar varias aclaraciones y diferentes consideraciones” tras la “polémica generada” por el establecimiento de la Consellería de Sanidade de unos indicadores dentro del complemento de productividad variable 2021, ligado a la consecución de objetivos a los médicos de familia y pediatras del nivel de la Atención Primaria.

Limar las diferencias

Preguntado al respecto, tras reflexionar acerca del “valor” de las cuantías, el presidente se ha mostrado “absolutamente convencido” de que se podrán “limar las diferencias”.

De hecho, esgrimió que, por lo que a él le consta, hasta ahora nunca hubo “ningún problema” para cumplir con los porcentajes fijados para la presencialidad. “Este año era del 40 por ciento y todos cumplieron con carácter general”, explicó, para añadir que ahora se pretende avanzar hasta el 60%, pero dejando la puerta abierta a no “exigirlo” .

“Lo iremos viendo. Si se puede, se concretará; y si no se puede evidentemente no lo vamos a exigir”, indicó el presidente, para añadir, en la línea de lo que ya había planteado en la pasada jornada, que las exigencias dependerán de las infraestructuras de cada centro de salud y del grado de inmunización de cada cupo médico.

Por su parte, el portavoz de Sanidade del PSdeG en el Parlamento, Julio Torrado, cargó ayer contra los objetivos de gestión impuestos por el Servicio Gallego de Salud (Sergas) para los centros de atención primaria y llamó a que sean retirados y negociados con los profesionales afectados.

Según el parlamentario socialista, esta decisión promueve “una visión negativa” de los profesionales y resulta arbitraria por tratarse de “objetivos impuestos por la Consellería” y que “no dependen” de ellos mismos ni de los recursos a su alcance.

“Se transmite una idea absolutamente delirante del funcionamiento de los centros de salud”, sostuvo el portavoz socialista, que insistió en retirar este acuerdo de gestión.