El Plan General de Ordenación Urbana (PGOM) marca la desaparición de uno de los tapones urbanísticos más característicos de la zona de Os Mallos: la manzana de viviendas de planta y piso que divide en dos el tramo inicial de la ronda de Nelle en su entronque con la avenida que da nombre al barrio.

Bajo el objetivo de \“obtener el suelo necesario para el sistema general viario\”, el PGOM prevé la expropiación de los 472,22 metros cuadrados que ocupan estos tres bloques, separados por patios interiores, y que conforman una isla residencial rodeada de carretera por sus cuatro lados, dos de ellos, la propia ronda.

n M.P. A CORUÑA

Aunque el documento firmado por el profesor Busquets no detalla cuál es el fin último de la obtención de estos terrenos, resulta evidente que se trata de eliminar el absurdo giro que tienen que dar los vehículos –incluida la linea 11 del bus urbano– que proceden de Plá y Cancela para poder enfilar la avenida de Os Mallos, además de desenmarañar un complejo cruce con semáforos y cedas que permite incluso el giro de 180 grados.

El documento urbanístico prevé expropiar las seis viviendas por un importe total de 142.266 euros

A pesar de no explicar el proyecto, la ficha correspondiente a esta acción sí recoge dos datos clave: que se trata de una actuación de carácter público y que, sea lo que sea lo que se pretende hacer, su coste es de 146.323,10 euros. La ejecución de la mejora es prácticamente la mitad de los 288.589,10 euros previstos por el PGOM para modificar esta zona. El resto, 142.266 euros, es la cantidad que se calcula para expropiar a los dueños de las casas llamadas a desaparecer.

Según las direcciones postales, las viviendas corresponden a los números entre el 1 y el 6 de la ronda de Nelle. No obstante, en la manzana se pueden diferenciar hasta ocho accesos independientes a la calle. A simple viste, todas las viviendas menos una parecen estar habitadas, aunque es cierto que sus fachadas evocan tiempos de más esplendor y su aspecto descuidado hace sospechar que sus dueños son conscientes del futuro que les reserva el planeamiento urbanístico.

La cantidad consignada para la expropiación arroja una media de 23.711 euros por vivienda, lo que hace suponer que el proceso pasará por un litigio entre los dueños y la administración, ya que el cambio de uso del suelo –de residencial a equipamiento viario– no justifica un precio tan bajo por unas viviendas situadas en una de las arterias básicas de la ciudad.

En su tiempo, alguna de las viviendas de esta manzana llegó a acoger en su planta baja una guardería, y sus vecinos han visto como a su alrededor se desarrollaba un cambio esencial, liderado por la construcción del centro de formación de Caixa Galicia. n