La Primera RFEF obligará a remodelar varios estadios

La Primera RFEF obligará  a remodelar varios estadios
El estadio herculino contará con el mayor aforo de la Primera RFEF | Patricia G. Fraga

La Primera RFEF y sus nuevas normas tendrán un impacto importante en muchos de los cuarenta clubes que la conformarán la próxima temporada 2021-2022.

Y es que uno de los requisitos de los estadios, cuya obligatoriedad se hará efectiva, a la espera de oficialización, en el curso 2023-24, será la de contar con un aforo mínimo de 4.000 espectadores.

El Abanca Riazor, con una capacidad de 32.660, es el que mayor número de público podrá concentrar, en función siempre de las restricciones sanitarias, la próxima temporada.



Reestructuración


Este aforo mínimo obligará hasta a once clubes de los 40 que conforman la nueva competición a adaptar sus campos a las nuevas exigencias, según recoge la cuenta especializada @2aBpro.

El único de esos equipos que estuvo enclavado en el grupo en la primera fase con el Deportivo es el Celta B, que tendrá que acometer reformas en el Municipal de Barreiro, con capacidad para poco más de 1.700 espectadores.

El resto son el Cerro del Espino (Rayo Majadahonda), el Ciudad Deportiva Luis del Sol (Betis Deportivo), Estadio Mundial 82 (SD Logroñés), Lezama (Bilbao Athletic), Nuevo Matapiñonera (San Sebastián de los Reyes), Municipal de Villaviciosa (C. Internacional de Madrid), Municipal de Llagostera (U.E. Llagostera), Estadi Municipal (Cornellà), Prada de Moles (FC Andorra) y (Anexos) Estadio José Zorilla (Valladolid Promesas) con poco más de 700 asientos.


EL DATO
El Celta B tendrá que adaptar  al Municipal  de Barreiro  a la normativa



Estos campos con aforos tan limitados contrastan, no solo con la capacidad del feudo blanquiazul, sino también con El Sardinero del Racing de Santander (con más de 22.000 asientos), los 18.000 del Carlos Belmonte, donde juega el recién descendido Albacete o los casi 16.000 de las Gaunas del UD Logroñés. El tercer equipo gallego en liza, el Racing de Ferrol, cuenta en A Malata con un aforo de alrededor de 12.000 espectadores. No será la única mejora que los equipos tendrán que introducir en sus campos, ya que, aunque aún contarán con margen, tendrán que sustituir, los que así lo tengan, el césped artificial por natural de cara a la campaña 2022-23.

Asimismo, con respecto a la iluminación, a partir del próximo curso, en el que comenzará a disputarse esta nueva competición, todos los recintos en los que jueguen partidos deberán disponer, como mínimo, de focos de 600 lux, como mínimo.

La Primera RFEF obligará a remodelar varios estadios

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