Galicia contará con ocho nuevos drones para tareas de salvamento y lucha contra el furtivismo y contaminación marina, que se repartirán entre las bases de Gardacostas de A Coruña y Vigo.
Así lo hacía saber ayer la conselleira do Mar, Rosa Quintana, durante una visita a la dársena de Oza, donde pudo comprobar y probar alguna de estas nuevas herramientas. En concreto, se trata de cuatro drones aéreos y cuatro submarinos.
La conselleira realizó un breve viaje en barco junto al subdirector xeral de Gardacostas, Lino Sexto, y al delegado de la Xunta, Gonzalo Trenor, para comprobar este equipamiento.
Quintana explicaba que supusieron un coste de, aproximadamente, 22.000 euros. La titular de Mar indicaba que los drones submarinos cuentan con un cableado de 200 metros y que pueden sumergirse hasta 100 metros de profundidad. Entre sus utilidades, podrán hacer revisiones de los buques y de los pantalanes, además de realizar búsquedas marinas.
Los aéreos, explicaba, permitirán detectar manchas de contaminación marina y objetos calados irregularmente. Pueden ascender hasta 120 metros de altura y alejarse hasta una decena de kilómetros.
Se suman así al plan de renovación parcial de la flota que está desarrollando la Xunta en el servicio de Gardacostas, para el cual ya lleva invertidos más de doce millones de euros. Además, se acaba de licitar el suministro de dos patrulleras por dos millones de euros. También se pretende ir ampliando más el personal, con el objetivo de Mar de optimizar el servicio de Gardacostas.