Fue todo un espectáculo: treinta mujeres vestidas de rosa tripulando dos barcos-dragón chinos, con la cabeza de estos fantásticos animales como mascarones de proa, remando en el mar frente a la playa de Oza. Fue la primera experiencia de “Bolboretas rosas”, una actividad dirigida a mujeres que han padecido cáncer de mama, con el objetivo de que el ejercicio les ayude a la recuperación.
La iniciativa está organizada por el traumatólogo, Rafael Arriaza y por la cátedra HM de Traumatología del Deporte de la UDC y cuenta con el apoyo de la Secretaría Xeral para o Deporte. De hecho, el delegado territorial de la Xunta, Gonzalo Trenor, así como la concejala de Deportes, Mónica Martínez, hicieron acto de presencia en el arena.
Mientras se llevaban a cabo los preparativos, la cirujana Julia Rodríguez explicó lo importante que es el ejercicio para combatir el cáncer de mama. No solo porque reduce el riesgo de contraerlo, sino también porque ayuda en la recuperación de las pacientes. “El remo es ejercicio de tren superior y el objetivo es hacer varias tripulaciones que puedan disfrutar: el aire libre, un grupo de gente...”, explicaba la doctora.
Por el momento, son 30 las mujeres las que se subieron a estos botes de doce metros de eslora provistos de tambores para marca el ritmo, pero hay espacio para más, si se animan a acudir al club náutico O Puntal, que es la que cede las embarcaciones. “La idea es comenzar en A Coruña para extenderlo por toda Galicia”, añadió Rodríguez.
Por su parte, la ginecóloga Carol Stratec se mostró convencida de que todo será un éxito: “las veo superentusiasmadas, y algunas habían practicado piragüismo. Tendremos agujetas al acabar, pero es cuestión de empezar y esto va a fluir”. Después de lo que han pasado, las agujetas parecen una tontería. Lo importante es dejar atrás el cáncer de mama, aunque sea remando.