el problema de no tener filtro en política, junto con el hecho de creerse poco menos que Churchill por haber ganado unas elecciones autonómicas por mayoría simple, pues significa que, además, se tiene un problema grave de ego. Y eso es, precisamente, lo que le está pasando a Isabel Díaz Ayuso, que se pone a hablar y no se da cuenta de que, en el fondo, lo único que está haciendo es poniendo al jefe del Estado al pie de los caballos. Evidentemente, por mucho que le moleste, a Felipe VI no le queda otro remedio que firmar los indultos a los políticos del procés. Es su papel, es su trabajo y es lo que dictamina el Gobierno. Cualquier otra cosa sería impensable y, además, un suicidio que llevaría a este país a tener que cambiar de sistema político. Casado es muy consciente y ya rectificó a su aspirante a lideresa y ella intenta desdecirse con eso de que “lo que quise decir”. Está claro que “o falar non ten cancela”. FOTO: Díaz ayuso, mirando al rey felipe vi | aec