El evento que llena las calles de la Ciudad Vieja cada verano tampoco se llevará a cabo este año. La tradicional y tan ansiada Feira das Marabillas no celebrará su XXVI edición el próximo mes de agosto debido al aumento de casos, por lo que habrá que esperar hasta el año 2022 para disfrutar de los puestos y espectáculos que la conforman.
Así lo confirma el presidente de la Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja (Aceca), Adolfo López, quien, tras haber expuesto hace unas semanas una alternativa para la celebración, a finales de agosto, de la feria medieval, asegura que no ha podido salir adelante su propuesta. “Económicamente era inviable”, dice. Y es que, dentro del proyecto que plantearon al Gobierno local, se reflejaba la necesidad de llevar a cabo fuertes medidas de control de aforos, entre otras, para evitar aglomeraciones y contagios.
La asociación, tras haberse reunido varias veces con representantes del Ayuntamiento en el último mes, informaba ayer del consenso al que llegaron ambas partes para la suspensión de la Feira das Maravillas, “por motivos que todos podemos suponer actualmente”.
Si bien en esta ocasión, y por segundo año consecutivo, no habrá evento, Aceca y el Consistorio han llegado a un principio de acuerdo para realizar en el 2022 una edición especial de la feria, tanto en su duración como en su calidad, siempre y cuando lo permita la situación del momento.
“Todos sabemos de la importancia que tiene la feria medieval para la Ciudad Vieja, Pescadería y Monte Alto, entre otros, en el ámbito lúdico y de dinamización comercial. Tenemos la esperanza y confianza de que el próximo año vuelva a ser el gran evento del inicio del verano en A Coruña y de referencia en Galicia y en España. Pondremos nuestro empeño para que así sea”, concluye el comunicado emitido por la junta directiva de los comerciantes del casco histórico de la ciudad.
La feria se celebra cada año en el mes de julio, pero Aceca había solicitado aplazar hasta finales de agosto su desarrollo (entre el martes 24 y el domingo 29) con la esperanza de que la situación derivada del covid estuviese mejor por entonces. Al recibir la propuesta, el Gobierno local procedió a su estudio, pero la decisión la tomaron de forma conjunta, tal y como indica el presidente de la asociación de comerciantes.
El principal problema ya no ha sido este, y es que la economía también ha jugado un papel fundamental. Aunque otros años los ingresos cubrieron los costes e incluso dieron beneficios, estas medidas extraordinarias podrían llegar a suponer un déficit. Hay que tener en cuenta que la asociación financia la feria de forma anual.
Con la decisión tomada finalizan las preguntas y dudas que tenían los mercaderes acerca del futuro más próximo de esta actividad. Ponen, además, el foco en las fiestas de María Pita y el Noroeste e incluso cuestionan si, finalmente, podrán desarrollarse como está previsto hasta la fecha de hoy.