La titular del Juzgado de Instrucción número 8 emitió un auto en el que decreta que el procedimiento por el crimen de Samuel Luiz, ocurrido en la madrugada del 3 de julio, se siga por la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado. Así lo informó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que explica que se adopta esta decisión debido al tipo de delito que se les imputa a los investigados, “homicidio o asesinato, a determinar a lo largo de la instrucción”, precisa el alto tribunal.
Para hoy, a partir de las 10,00 horas, han sido citados los cuatro investigados mayores de edad, así como las partes personadas en el caso, para asistir a una comparecencia “en la que se les concretará la imputación, tal y como requiere el artículo 25 de la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado”. Se trata de tres hombres –en prisión provisional– y una mujer, en libertad con cargos. Junto a ellos, fueron detenidos otros dos jóvenes que, por su edad, se encuentran en un centro de menores aguardando a que se celebre el juicio. En el caso los primeros y, en concreto, en el de dos de ellos, la Policía confirmó que las pruebas de ADN, practicadas en el cuerpo de la víctima, en su ropa y en una botella que, según explicaron, se habría usado contra Samuel, les “implican directamente” en los hechos.
Los investigadores analizan los móviles intervenidos a los principales sospechosos de la agresión grupal
En cuanto a la mujer, sitúan su papel en el de “encubridora”. A los investigados, con edades entre los 16 y los 25 años, los investigadores los consideran autores de un delito contra la integridad física consumado y otro en grado de tentativa, por la agresión sufrida en este caso por Ibrahima, uno de los dos senegalés que trató de auxiliar al joven fallecido y que recibió numerosos golpes.
Una de las incógnitas más importantes es la motivación del crimen. La Policía Nacional, representada por el comisario de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, Pedro Agudo, insiste en que “absolutamente”, no se conocían y que todo comenzó porque la víctima y una amiga suya estaban haciendo una videollamada y se molestó al creer que había sido grabado. Durante la pelea le llamó “maricón”, por lo que se deja abierta la posibilidad de un crimen homófobo, dado que el joven fallecido era gay.
Esta impresión se vio reforzada por la circunstancia de que uno de los detenidos volvió a referirse a la víctima como “maricón” en la reunión que los agresores mantuvieron en un parque público poco después de los hechos, a la seis de la madrugada, para hablar de lo ocurrido. Los investigadores analizan ahora los datos de los móviles de los supuestos autores (entre 6 y 8).
La Policía sabe lo que hablaron los presuntos agresores en esa reunión de una hora y cuarto porque tiene una declaración de un testigo que asegura que no mostraron arrepentimiento por lo que habían hecho. El delegado del Gobierno, José Miñones, subrayó la importancia de las últimas testificales (que ascienden a 43) en la investigación por el crimen de Samuel Luiz. “Hay que darle tiempo a la investigación”, insistió Miñones, que explicó que esta misma semana se recogió un nuevo testimonio.
La mayor parte del trabajo, que incluyó el visionado de las cámaras de seguridad, así como los primeros testimonios, está hecho. Es posible que se tengan más novedades sobre el caso en treinta o cuarenta días.