La Ciudad Vieja afronta un verano sin la Feira das Marabillas por segundo año consecutivo, pero esto no impide que el comercio repunte sus ventas en comparación con el año pasado. El presidente de la Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja (Aceca), Adolfo López, asegura que estos meses están siendo mejores que los de hace un año, a pesar de que el tiempo sea bastante inestable.
“No es tan grave como el año pasado porque hay mucho más movimiento. Vienen turistas nacionales a la Ciudad Vieja y esto ayuda al comercio y a la hostelería”, indica. López cuenta que en 2019 el sector se estaba “levantando” de la recesión anterior y justo llegó la pandemia a los pocos meses. “Las cosas están mejorando, pero ha habido muchos establecimientos que se han quedado por el camino y otros que han quedado muy tocados. El 99,9% de los comercios han pedido créditos y ayudas”, sostiene.
En cuanto a la Feira das Marabillas, comenta que este evento es una “intención” y una idea de “decir que seguimos aquí, que se puede venir a pasear a la Ciudad Vieja y más si hay un gran motivo como la feria. Durante esos días nos ven, consumen en la zona e influye de una manera muy positiva en toda la zona Pepri”.
De cara al futuro, el representante de los comerciantes del casco histórico considera que “hay que hacer cosas que perduren en el tiempo”, por lo que ya tienen la vista puesta en las próximas navidades y en las medidas que se apliquen para entonces.
Para lograr sacar el máximo rendimiento de su oferta y que esta se vea respaldada por una demanda acorde, desde Aceca han planteado cerca de quince medidas al Gobierno local.
Entre ellas, el desarrollo de un mercadillo distinto a los ofertados hasta el momento, que se desarrolle de forma periódica y que “no decaiga”, con el apoyo de las asociaciones de la zona. “Estamos intentando que, de alguna manera, el Ayuntamiento se involucre en el casco histórico y turístico. Hay que esperar que poco a poco la pandemia vaya pasando y que la actividad mejore”, dice el portavoz, a la vez que esperan con ganas el próximo Plan de Reactivación Económica y Social (Presco).
El desarrollo de la feria medieval estuvo durante semanas en estudio, pero a finales de julio se dio a conocer que finalmente no sería posible su celebración por el aumento de casos en la ciudad.
Los comerciantes propusieron fuertes medidas de control de aforos, entre otras, para evitar aglomeraciones y contagios. Sin embargo, era “inviable” económicamente. La asociación, tras reunirse varias veces con representantes del Ayuntamiento, informaba del consenso al que llegaron para la suspensión de la Feira das Marabillas, “por motivos que todos podemos suponer”.
Si bien en esta ocasión, y por segundo año consecutivo, no habrá evento, Aceca y el Consistorio han llegado a un principio de acuerdo para realizar en el 2022 una edición especial de la feria, tanto en su duración como en su calidad, siempre y cuando lo permita la situación del momento.
“Todos sabemos de la importancia que tiene la feria para la Ciudad Vieja, Pescadería y Monte Alto en el ámbito lúdico y de dinamización comercial. Tenemos la esperanza de que el próximo año vuelva a ser el gran evento del inicio del verano en A Coruña”, informaban el mes pasado.