La apatía por la vuelta a los estudios y las sonrisas, tras la mascarilla, de los alumnos de Secundaria coruñeses volvían a dibujar ayer una estampa familiar y, al mismo tiempo, atípica.
Y es que, un año más, los protocolos covid y la prudencia para evitar contagios en las aulas repiten en el inicio de un curso escolar en el que se vislumbra normalidad, aunque sea poca.
Los alumnos de Secundaria estrenaban ayer el curso de manera escalonada, tal y como dictan los protocolos. Las mascarillas siguen siendo obligatorias, así como las distancias interpersonales en las aulas.
El avance de la vacunación deja vislumbrar un atisbo de normalidad, aunque desde la comunidad escolar llaman a la prudencia para evitar futuros rebrotes, respetando así los protocolos para el curso, que mantienen los aislamientos de contactos estrechos en caso de detectarse positivos.
En el inicio del curso en Secundaria hubo un caso más llamativo en el que, además del año escolar se estrenaba nueva denominación. Y es que el antiguo IES Calvo Sotelo, arrancó ayer el curso bajo su nuevo nombre: IES Rosalía Mera.
“O antigo centro Calvo Sotelo xa é oficialmente o IES Rosalía Mera, un cambio de nome co que queremos facer honor ao compromiso social e coa educación que caracterizou a traxectoria vital dunha gran muller, que deixou unha fonda pegada no ámbito empresarial, social, cultural e da igualdade nesta cidade e nesta provincia”, aseguraba el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, tras inaugurar en la zona exterior del centro un monolito de piedra conmemorativo y una exposición en la que se repasa la biografía de la empresaria y filántropa coruñesa.
“Que centos de mozos e mozas de toda a provincia teñan a oportunidade de fomarse profesionalmente nun centro educativo que leva o nome de Rosalía Mera é para nós motivo de orgullo”, recordaba el presidente provincial, en relación a los 328 alumnos que este año cursarán sus estudios en el centro, donde, además, se contará con la presencia de una treintena de docentes.
El director del instituto, Genaro García, afirmaba que “o traballo de adptación aos novos tempos” culmina ahora “con este cambio de denominación, homenaxeando a unha persoa que contribuíu á transformación desta cidade”.