El esperado regreso de los caballitos a los jardines de Méndez Núñez ha levantado tanta expectación en toda la ciudad que, mucho antes de la hora fijada, las seis de la tarde, ya había mucha gente esperando para volver a verlos trotar.
Las colas de los nostálgicos, muchos de los cuales acudieron con sus hijos, daban la vuelta a los jardines, algo que superaba todas las expectativas de la familia Mediero, "herederos" de quien hizo felices a tantos niños en los años setenta.
El objetivo es “regalar un recuerdo” a los vecinos y proponen a ONG o asociaciones que rehabiliten los caballos y los exploten con fines sociales y benéficos. “Están en un garaje de Melide completamente abandonados y pueden tener un futuro si alguien los mejora y los cuida”, explica Luis Mediero hijo, que promueve esta idea junto a su sobrino, Pablo Senra.