El CEIP Isaac Díaz Pardo de O Burgo (Culleredo) ha ganado un certamen organizado por la empresa Roll’Eat –que elabora bolsas de tela reutilizables para portar bocadillos y otros alimentos– para promover la erradicación de plásticos y papel de aluminio en los recreos. Escolares de Primaria diseñaron una bolsa que venció a más de 100 propuestas a nivel nacional y ahora la firma les entregará una a cada alumno (370) para que puedan llevar su merienda sin dañar el medio ambiente.
“Fue un trabajo colaborativo de alumnos de 3º, que ahora están en 4º, y la bolsa muestra el cielo y el océano con el colegio en el medio. Fue una iniciativa que les gustó y que va en la línea del colegio, siempre comprometido con el cuidado del medio ambiente”, explica Julio C. Labandeira, director del centro.
Los 370 alumnos del Díaz Pardo, apuntan desde Roll’Eat, “reducirán en seis años 119.880 m2 de papel aluminio, el equivalente a 18 estadios de fútbol”. El colegio participó en el certamen Diseña tu Boc’n’Roll ideando un portaalimentos “creativo y sostenible”, con el objetivo de concienciar a los más pequeños sobre la explotación de recursos y la reutilización de envases para generar menos impacto en el entorno.
“Cada vez hay más centros que se caracterizan por ser unos claros agentes del cambio, a la vez que promueven hábitos de alimentación caseros y saludables”, apunta la firma.
El próximo día 15 Roll’Eat acudirá al CEIP cullerdense para entregar las bolsas Boc’n’Roll Roll’eat personalizadas a los estudiantes, convirtiéndose en un centro con residuo cero en los recreos. “Los niños suelen tener muy arraigados los valores del reciclaje y el respeto al entorno, algo que a veces se va perdiendo con la edad y no debería”, concluye Labandeira.
La filosofía de la compañía es fomentar la reutilización y desechar el modelo de usar y tirar, algo especialmente acusado en las meriendas infantiles, donde el plástico y el aluminio suelen ser la opción elegida por las familias para que los pequeños transporten los alimentos.
Las bolsas, aunque pensadas para albergar bocadillos, son flexibles y se adaptan a todo tipo de productos y formatos para ofrecer “infinitas posibilidades”, dicen.