Ayer se celebró el día Internacional del Síndrome X-Frágil, una enfermedad rara poco frecuente, genética y hereditaria y muy poco conocida. Por ello, varios monumentos de Galicia se iluminaron de color lila para reivindicar esta fecha, como es el caso de la Torre de Hércules, además del Pazo de Raxoi, en Santiago, y la Torre de Celas, en Culleredo.
En los pacientes y como consecuencia de una mutación en un gen (FMR1), se deja de sintetizar una proteína que es importante para crear y mantener las conexiones entre las células del cerebro y del sistema nervioso.
Una de cada 250 mujeres y uno de cada 800 varones pueden ser portadores del Síndrome X Frágil, y la posibilidad de transmitir el síndrome a alguno de sus hijos es del 50%, a pesar de esta incidencia, sólo uno de cada 4.000 varones y una de cada 6.000 mujeres padecen el síndrome.
Se estima que el 80% de las personas con SXF está sin diagnosticar, por lo que se calcula que en Galicia puede haber unas 500 personas afectadas.