El gobierno central en Madrid y en cada autonomía, tienen la obligación dx presentar a la ciudadanía en que van a gastar el dinero que reciben de esa misma ciudadanía. Casi siempre son supuestos pues luego, en el día a día, puede haber alguna que otra sorpresa. ¿Cómo se reparte ese dinero? Mucho se ha escrito sobre el asunto y hay pocos que estén de acuerdo. Lo de equis euros por habitante favorecería a la capital más populosa y le haría la pascua a ciudades y pueblos con pocos vecinos. En ese discutido y discutible reparto el tren punta Langosteira, la intermodal, la ría las reformas en la autopista, se llevan un buen pellizco, pero –siempre hay un pero– quedan en el olvido otros proyectos para la provincia. El famoso AVE –un pajarraco que viene despacio– tiene otra fecha: el verano del año que viene
Si nos quedamos con la música que rodea la declaración de Sánchez –son, dijo, los más sociales de la historia de la democracia– con apuestas tan atrevidas como asegurar que en diciembre pagaremos la mitad en el recibo de la luz, pues en general “pintan bien”, pero ya se iniciaron las críticas y por el ruido hay mucho descontento según la cuota que corresponde a cada autonomía.
Igual sucede con las cuentas de la Xunta con la oposición catalogando de cuentos de hadas el presupuesto de la Xunta. Ya nos habla Feijóo de moderación conocemos, padecemos, esa moderación en sanidad y educación. Para la oposición las cuentas de la Xunta –más deuda, más impuestos– son decepcionantes y ponen en peligro miles de puestos de trabajo. Pero ya nos explicó el presidente quew habrá una nueva área sanitaria, ATENCION, pues no será física sino digital. Viene a ser la segunda parte de la sanidad por teléfono que ahora sufrimos
Hay varios asuntos que necesitan ser atendidos de forma preferente: la vivienda y la precariedad. Lejos de la “patochada” de Casado diciendo que un joven con empleo ya tiene la vivienda asegurada ¿con sobresueldos?, en esa política social que nos anuncia el presidente del gobierno, hacen falta más hechos que palabras.
Para paliar la precariedad se anuncia una reforma en los convenios y para la vivienda normas que obliguen a incluir en los polígonos futuros, un tanto por ciento de viviendas sociales, algo que rechaza el PP que anunció que no las cumplirán. Así que presuntos y supuestos. Lo de siempre.