El deportivismo se prepara para ayudar al Deportivo a conseguir los tres puntos el domingo en El Sardinero, escenario de partidos entre el conjunto coruñés y el Racing de Santander en Primera División y, ahora, en la tercera categoría del fútbol nacional.
El último precedente fue en Segunda División en la temporada en la que ambos cayeron del fútbol profesional, al que intentan regresar.
Esta temporada coinciden en el mismo grupo y el reencuentro se producirá en la novena cita de la temporada, a la que ambos llegan empatados a puntos (16) en la clasificación, dos por debajo del líder, Unionistas de Salamanca.
Habrá ambientazo en Santander, con un desplazamiento masivo de seguidores deportivistas. Las entradas para el choque las despacha directamente el conjunto montañés y no solo se ha agotado la grada reservada para la afición visitante, sino también las localidades más próximas a esta.
Más de mil aficionados se desplazarán desde A Coruña para aprovechar el fin de semana en Santander por lo propicio del horario, el mediodía del domingo.
Santander siempre ha sido uno de los destinos preferidos de los seguidores blanquiazules para acompañar al Deportivo y también lo será en Primera Federación. Uno de los más multitudinarios fue el del año 2000, en los días previos a la conquista del título de Liga que luce en las vitrinas de la entidad deportivista.
Los ultras de ambos equipos mantienen una relación tensa desde hace casi una década, una rivalidad que influirá en el dispositivo policial previsto para el próximo fin de semana en la ciudad cántabra. De hecho, hace unos días, la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte declaró de alto riesgo el encuentro. Algo habitual en los últimos años por el enfrentamiento entre ambos. De hecho, Juventudes Verdiblancas, el grupo radical de la afición santanderina, forma parte de una de las canciones que suenan todos los días de partido en Riazor.