Los vecinos del Orzán volvieron a denunciar ayer una nueva concentración nocturna de jóvenes para beber en la calle, en esta ocasión llevando incluso “música a todo volumen”, según afirmaban ayer los afectados.
El vecindario del entorno lleva años denunciando el ruido nocturno. La pandemia, y por ende las restricciones derivadas de la misma, pareció disminuir el problema, pero una vez comenzamos a encarar la llamada nueva normalidad, parece que el problema vuelve a aflorar.
Denuncian que la concentración tuvo lugar en la madrugada del viernes al sábado y que, además de beber, los jóvenes llevaban música con ellos “a todo volumen”, impidiendo el descanso.
El botellón, de dimensiones más pequeñas a las habituales antaño, debido a los cambios de hábito (como por ejemplo las concentraciones más pequeñas, pero multiplicadas por diversas zonas de la ciudad), se extendió hasta las 02.30 horas, cuando los agentes policiales los dispersaron.
Sin embargo, los vecinos apuntan que esto no hizo que los jóvenes se marcharan, sino que tan solo cambiaran de lugar, ya que minutos más tarde trasladarían sus prácticas a la plaza de Fuente Luisa.
Los habitantes de la zona del Orzán critican que no se multe a quien lleve a cabo estas prácticas, porque apuntan que la dispersión sin consecuencias lo único que ocasiona es que se vayan trasladando a otras zonas de la ciudad, manteniendo los problemas que ocasionan a estos vecinos.
Hace tan solo unos días, los vecinos, acompañados de representantes del grupo municipal popular, pedían mayor presencia policial para acabar con el botellón. Alguno era más drástico, si cabe, y pedía a los más jóvenes que cejasen en sus hábitos festivos nocturnos por completo.
Por ahora, parece que los cuerpos policiales hicieron acto de presencia en la noche del viernes, aunque solo sirviese, según los vecinos, para mover de un lado al otro el botellón.
En la citada reunión con los concejales, su portavoz, Rosa Gallego, aseguró que en el pleno extraordinario de noviembre para tratar la inseguridad ciudadana abordarán también el ruido nocturno y los botellones.