La estatua original de Emilia Pardo Bazán –datada de 1916– ya luce en su ubicación original, en los jardines de Méndez Núñez. El Ayuntamiento tomó recientemente la decisión de recuperar la pieza de piedra –guardada en un almacén desde hace quince años– y ayer procedió a su colocación, mientras que la réplica de bronce que se exhibía hasta ahora quedará instalada a las puertas del Kiosko Alfonso hasta el 18 de diciembre, fecha en que se clausurará la exposición dedicada a la autora en dicho edificio con motivo del centenario de su fallecimiento.
“A decisión de eliminar o botellón dos xardíns de Méndez Núñez permitiu recuperar de forma integral todo este espazo e este ano, como homenaxe no seu centenario, vólvese a situar a estatua orixinal no seu sitio”, apunta el Ejecutivo local en un comunicado.
Emilia Pardo Bazán lucía de bronce en los jardines desde hace más de una década, después de que el vandalismo acabara con una de las manos de piedra del monumento antiguo. En octubre de 1916 se erigía la estatua primigenia, obra del escultor e ilustrador Lorenzo Coullaut Valera, por iniciativa de entusiastas
gallegos de la escritora y con la cooperación del Ayuntamiento coruñés.
Ese mes, cinco años antes del fallecimiento de la escritora, se descubrió dicho homenaje, presidido por Gerardo Abad Conde, pero el paso del tiempo fue haciendo mella en él y, finalmente, el vandalismo obligó a retirarlo de su ubicación tras recibir cientos de golpes.
La restauración de la pieza corrió a cargo del escultor Manuel Ferreiro Badía y de la pieza original de piedra salió el molde con el que se hizo la réplica de bronce que permanecía hasta ahora en Méndez Núñez.