Velázquez no solo marcó una época, sino que los ecos de sus pinturas resuenan en el transcurso de los siglos. Así lo mostraba ayer el jefe de conservación de pintura del siglo XIX del museo del Prado, Javier Barón, durante la conferencia “La influencia de Velázquez en la pintura contemporánea”, impartida en la sede de la Fundación Barrié.
Barón se centró en la influencia en el siglo XIX, en artistas como Picasso y Bacon, “que hicieron varias series de aproximaciones muy amplias”, ya que Picasso tomó como referencia Las Meninas en multitud de obras, mientras que Bacon se “obsesionó” con el retrato de Inocencio X.
El interés de Picasso no surgió de la nada, ya que la pintura de Velázquez le “era familiar por el interés de su padre, que también fue su maestro”.
Manet también fue una “figura relevante” a analizar por Barón, ya que “se interesa por Velázquez antes incluso de viajar a Madrid por primera vez”.
Esas tres figuras son las que centraron su charla, aunque no se olvidó de otros grandes artistas influenciados por el genio sevillano, como fue el caso de Goya, ya que Velázquez fue “el pintor que más le enseña a Goya”; aunque también hubo palabras para Degas o Courbet.