La ciudad registró el pasado viernes su primera muerte por accidente de tráfico desde diciembre de 2020 y en lo que va de año ha reducido a la mitad el número de heridos en este tipo de sucesos, según los datos de la Policía.
El día 26 falleció un hombre de 32 años tras colisionar su moto contra un turismo en la glorieta de Lonzas. Atestados identificó a la conductora del vehículo tras el accidente, que pudo deberse a una maniobra indebida.
Este año ha sido el de la recuperación de la movilidad después del confinamiento, ya sea a pie o en coche, para recuperar la normalidad. Y con ello regresaron también los accidentes, que se habían desplomado en 2020. Sin embargo, desde el Ayuntamiento señalan que el número de heridos de tráfico ha caído significativamente con 2021, lo que alienta sus expectativas de que este año pueda acabar con una cifra récord de baja siniestralidad.
El último registro, tomado esta misma semana, suma 249 heridos en siniestros, mientras que en 2019 eran 436 por las mismas fechas. En 2020 la cifra fue aún menor, con 358. Pero obviando este año anómalo, la serie de datos de los últimos años siempre ha superado holgadamente los 400 heridos –474 en 2017, 431 en 2018, 436 en 2019...– de manera que la reducción que apuntan las estadísticas es significativa.
A esto hay que añadir la escasez de siniestros mortales en A Coruña, por el momento solo uno. El año pasado murió un matrimonio en Nochebuena en una colisión en la avenida de Finisterre, pero el anterior se registraron dos atropellos mortales también en esa avenida, una de las vías más transitadas. Por otro lado, el número de accidentes ronda los 700 y se espera que se mantenga bastante por debajo de los cerca de 900 de 2019.
El Ayuntamiento achaca el fenómeno a las medidas puestas en marcha durante este mandato para el calmado de tráfico y la ampliación de los espacios peatonales. “Repercuten nunha mellor calidade de vida para os cidadáns e esa é a filosofía que seguirá a aplicar o Goberno municipal coas intervencións no espazo público”, explicó Juan Díaz Villoslada.
En realidad, el incremento de las calles peatonales es una estrategia que han puesto en marcha gobiernos locales de uno y otro signo durante los últimos mandatos siguiendo el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que fomenta el uso del transporte público, el de la bicicleta y a pie. Pero el Gobierno local ha aprovechado la pandemia para acelerar el proceso tanto en el centro de la ciudad como en Cuatro Caminos u Os Mallos.
Sin embargo, expertos en seguridad vial señalan que el Ejecutivo de Inés Rey no ha peatonalizado ninguna de las calles donde se producen la mayor parte de los accidentes de tráfico, como las dos rondas o la avenida de Finisterre, de manera que es difícil considerar la peatonalización como uno de los factores más importantes que explican esta mejora.
Otro punto distinto es el calmado de tráfico, en referencia a la reducción de velocidad a 30, siguiendo las directrices de la DGT. El Ayuntamiento había comenzado a aplicarlas antes incluso de que la norma hubiera entrado en vigor, el 11 de mayo, y aunque la velocidad 30 se limita a las calles de un solo carril por sentido, también ha afectado a las grandes arterias como las rondas o las avenidas. Se calcula que la velocidad media en A Coruña puede haberse reducido en torno a un 5% desde que entró en vigor la normativa.