El periódico del 11 de diciembre de 1996 destacaba en portada un simulacro para preparar al puerto para futuras catástrofes, el bloqueo del tráfico aéreo gallego debido al cierre de Barajas por un incendio y la oposición de los vecinos a la venta de Las Esclavas.
Los automóviles pueden conocer desde ayer el nivel de ocupación de los "parkings" municipales gracias a que ya se retiraron las fundas de los paneles que informan del aforo de varios aparcamientos de la ciudad. Las señales, seis, están instaladas en la plaza de Orense, delante de la Delegación del Gobierno; en el cruce de la plaza del Libro con la avenida de Arteixo; en la avenida de Alfonso Molina, entre la estación de buses y de trenes; en el mirador de Os Castros y en el cruce de la ronda de Outeiro con la avenida de Arteixo. Señalan el número de plazas libres cada diez minutos.
La Asociación de Vecinos de Riazor-Ensanche solicitó la intervención del arzobispo Julián Barrio para evitar la venta y posterior desaparición del colegio de Las Esclavas y la iglesia que presta sus servicios a toda la zona. Los representantes vecinales enviaron una carta al Arzobispado para poner de manifiesto la preocupación ciudadana ante lo que ellos califican como una operación especulativa, ya que implicaría el cambio de uso del suelo para permitir la construcción de un bloque de viviendas, que afectaría no sólo a los mil alumnos del centro, padres de alumnos, profesores y a los usuarios de los servicios religiosos de la iglesia, sino también a la ciudad, ya que el futuro edificio quedaría ubicado entre el paseo marítimo y el mar.